RAPTO OVNI
Desperté un día y después de desayunar mi madre me envió por una libra de carne y dos muslos de pollo a la tienda. Salí de la casa y me encontré con Felipe, el me comentó que también se dirigía a la tienda y me preguntó:
-¿vamos juntos a la tienda?
-No, debo ir a la papelería, -eso le inventé para sacarle el cuerpo pues me caía mal-.
-Bueno, está bien dijo Felipe sospechando del engaño.
Me esperé unos minutos y luego me dirigí a la tienda, una cuadra antes de la tienda vi a unos sujetos vestidos de alienígenas, pensé que era un dramatizado pero después entraron en una nave espacial, me acerqué un poco y vi a un alienígena, eran cabezones, no verdes como muchos piensan, eran blancos de cuerpo alargado y muy arrugado, con armas raras precisamente con una de ellas paralizaron a Felipe, hecho al que no le di mucha importancia pues como ya había dicho Felipe me caía mal.
Después vi como experimentaban con él, y me quedé estupefacto, no podía moverme. Entonces vi como se acercaban hacia mi, me escondí, no había llevado el celular, no podía llamar a nadie. Pasaron cuatro horas y al fin dejaron ir a Felipe y a don Mario el dueño de la tienda. Estos dos corrieron a la plaza y contaron todo, mientras tanto yo estaba escondido y vi como los extraterrestres se marcharon en sus naves. Después fui a la plaza donde don Mario y Felipe contaban lo sucedido, lamentablemente nadie les creyó, excepto yo que era el único testigo de lo que había ocurrido.
Pasaron dos meses y empecé a pensar que estaba alucinando, sin embargo, llegó un ejército de platillos voladores y salió un alienígena y proclamó: “desde este momento el planeta tierra será invadido por nosotros, ríndanse y no se derramará sangre”.
El ejército de la tierra saco una contra ofensiva que enfrentó a los extraterrestres pero fueron vencidos y los OVNIS conquistaron el planeta.
Entonces desperté y me di cuenta que era un sueño, desayuné y mi madre dijo: “ve a la tienda y me traes una libra de carne y dos muslos de pollo”.